Barcelona, años 70. Últimos años de la dictadura franquista. El pintor sevillano José Pérez Ocaña lucha por sacar a flote sus pinturas y cambiar el mundo. Íntimamente ligado a la lucha política y la reivindicación homosexual, protagonizó sonados episodios en Las Ramblas de la capital catalana.
El personaje sufrió en sus carnes el desamor y los desaires de una sociedad que nunca le entendió. Ahora, Ocaña vuelve a cobrar vida porque esta historia siempre debió contarse.