En el cementerio de Sidi Boulekbour, mientras el marabú cuida de las almas difuntas, la vida sigue y llega la época del año (ziara) en que las familias visitan el cementerio. El viejo y discreto enterrador Ali se prepara como siempre para las jornadas, pero se encuentra con la sexagenaria Joher, que visita la tumba de su hermana por primera vez después de haber perdido a su marido. Con la idea de que sus restos sean enterrados junto a los de su hermana, la mujer decide organizar su propio funeral antes de morir, pidiendo ayuda a Ali. La inesperada petición es recibida por este con escepticismo, pero no se niega por miedo de perderla de vista. Comienzan así tres días de preparativos en los que ambos comenzarán a conocerse y el cementerio se convierte en el escenario de una historia de amor platónica, dando vida a este sitio de muerte