En la cada vez más despiadada y competitiva jungla de los festivales veraniegos -¿somos nosotros o Amaral toca en todos?- el festival de Mundaka destaca por todo lo contrario: paraje increible, cero masificación y un cartel con nombres que pueden gustar al habitual de sala de todo el año o al que se acerca a echar unos katxis con los colegas y participar del ambiente.
Desde aquí y más allá de la apuesta segura que son Berri Txarrak o el hacha Danko Jones, recomendamos encarecidamente a ese bandón que son los Sheepdogs, sin olvidar gentes más locales del nivel de Capsula, Aurora & The Betrayers o los Highlights. Lujo asequible.
[Oscar Díez]