Compositora, músico, cantante, actriz, artista multidisciplinar, el poder hipnótico de Maika Makovski hace imposible desviar la vista un solo instante cuando sube a un escenario. Inquietud, seducción, pasión, intuición, personalidad… todo está en su música, que cautiva siempre pero especialmente en directo.
En permanente estado de atención, sus múltiples viajes por distintos países y las asociaciones con distintas ramas del arte le permiten crear obras complejas y auténticas, lugares capaces de emocionar con el poder de sus canciones. Un ejemplo es “Chinook wind”, su último disco, editado en 2016 y que contiene una selección de diez canciones que Maika compuso tras regresar de un viaje a Macedonia, la tierra de su padre, donde exploró en sus raíces.
El álbum está grabado en Bristol, donde trabajó de nuevo con John Parish (PJ Harvey, Eels). Tiene una producción muy desnuda y cruda, destacando la instrumentación acústica y los arreglos de cuerda y metales que arropan su voz.