Nacidos entre el olor tóxico de la planta petroquímica de su ciudad y la laca de oferta, Ming City Rockers, podrían ser considerados como unos jóvenes desamparados producto de la pobreza existente en ciertas zonas de Gran Bretaña.
Formados en 2012 en Immingham, una ciudad portuaria cerca de Hull y Grimsby, apodada Ming y conocida sólo por su planta petroquímica y ser el hogar de Ian Huntley. Se juntaron a causa de su rebeldía, su rabia de clase obrera oprimida, su gusto por arreglarse con ajustados blazers y corbatas, y su androginia cardándose los pelos, para sentarse aescuchar doo-wop, The Stooges, Helen Shapiro o Magma.
Después de su aclamado álbum debut de 2014 y sus recientes giras con la Jon Spencer Blues Explosion y con Palma Violets, en marzo de 2.016, MING CITY R*CKERS lanzaron su segundo álbum, 'LEMON'.
Grabado en el verano de 2015 y producido por Steve Albini (legendario productor de Nirvana y Pixies, entre muchos otros, en sus estudios de Electrical Audio, en Chicago, 'LEMON' es una explosión de punk rock, melodías, riffs monstruosos y letras ácidas, principalmente inspiradas por el desesperante trasfondo social de la triste ciudad de Lincolnshire de Immingham.
'LEMON' conserva a los viscerales Ming City Rockers de sus inicios, ofreciendo un rock-and-roll primario con infecciosas melodías poperas con mucho gancho. Es el sonido de una banda buscando nuevos límites. Al igual que su predecesor, dura menos de 30 minutos, logrando su objetivo sin necesitar mas tiempo. Ming City Rockers son: Clancey Jones (voces, guitarra, armónica), Morley Adams (guitarra solista y coros), Ramona Rae (bajo) y Wan Marshall (batería).
Sobre las canciones de su disco:
Con "Sell Me A lemon" (que podría considerarse un himno sobre el abismo, cada vez mayor, entre los que tienen y los que no tienen), inmediatamente queda claro que Albini ayudó a la banda a afilar su sonido, llevándoles desde la emoción destartalada de su debut, al nuevo, con más punch, más potente y dando mas en el clavo con las canciones.
Temas como ‘All I Want To Do Is Waste My Time With You’, muestran algunos toques pop, de punk extra-melódico que recuerda a Buzzcocks, mientras que el gritón "Christine", cuya letra fue inspirada por la heroína automovilística de la película Stephen King así titulada, salta a través de los anales de rock & roll mas primitivo. 'Death Trap', por otro lado recuerda a los Hawkwind del '79, con guitarras muy densas, que sin duda reflejan la desesperanza de la banda en su ciudad natal de Immingham.
Cambiando de rumbo, 'Trying To Find Pixies' es algo así como punk-reggae, influenciado por Toots & The Maytals y The Clash. La curiosa química detrás de la pareja principal de los Mings, Clancey Jones (voz,guitarra,armónica) y Morley Adams (guitarra solista y coros) queda representada por "‘I Don’t Mind If You Don’t Mind’, donde Morley intentaba escribir algo frustrado y enojado, mientras que Clancey era inflexible y consideraba necesario tener un estribillo feliz. El resultado es uno de los varios hits pop del disco.
Por otro lado,‘Don’t You Want To Make My Heart Beat’ ofrece una nueva dinámica en el ritmo de las canciones llevando el álbum a un cierre sin aliento.
De ellos se han dichos cosas como:
“Un recordatorio anfetaminado de que el futuro del rock se sustenta en aquellos que no tienen miedo a romper su pasado”**** Q Magazine.
“Canciones con gancho que sugieren que en un año los Mings se habrán arrastrado hasta vuestros corazones” Mojo Magazine.
“Un cruce entre el primitivismo salvaje de The Stoog es y el exagerado exceso de The Hives ... Temerario, salvaje y dicertido” NME.
