The Endgame, Lokke
En una partida de ajedrez, una de las jugadoras se queda embelesada por la belleza de un movimiento. Por unos instantes la estética se impone a la estrategia. La partida toma una deriva poco habitual. Las contrincantes y el contrincante se comportan como jugadores y como piezas del juego al mismo tiempo. El espacio escénico se convierte en un tablero gigante y el público, en su delimitador. Se están jugando dos partidas simultáneamente: una sobre el tablero de 64 escaques y otra, que ocupa el escenario entero, donde los pensamientos de las jugadoras y el jugador, el vaivén del tiempo, la probabilidad, el triunfo y el fracaso... se ponen en movimiento.
The Endgame es una singular mirada a este juego milenario, un partida dentro de una partida. Es un juego caleidoscópico, un mundo coreográfico inspirado en las reglas y las infinitas posibilidades del ajedrez.