Fenónemo, monstruo o crack son adjetivos que nos dan bastante repelús. Jerga borrega de “periodista” deportivo. Pero si buscamos en nuestro diccionario palabras para definir a El niño de Elche, esas tres son de las primeras opciones. Flamenco de formación, se mezcla con lo que le sale de las castañuelas. Así ha llegado a colaborar con la factoría de Pony Bravo o con proyectos de danza como María Muñoz (una delicia lo suyo en el BAD). Si le lees o escuchas entrevistas, ya es donde te quedas pillado. No solo canta y toca como un demonio, sino que además, tiene peso cada una de las palabras que pronuncia. Hoy visita el Antzoki para presentar ‘Voces del Extremo’. Un disco con crítica, humor cabrón y mucha personalidad. Flamenco en las venas y kraut, new wave o ambient en el aire. Uno de esos momentos de “aquí y ahora”.