CICLO: LA ERA ATÓMICA

11 de Junio de 2017. Tabakalera. Donostia-San Sebastián /// Gipuzkoa. 19:00h. 3,50€

El ciclo La Era Atómica hace un repaso a los imaginarios de infancia, adolescencia y juventud en el cine; de títulos contemporáneos a clásicos, de ficciones a documentales, tanto para el público que busca las últimas tendencias formales del audiovisual internacional como para los que van a descubrirse por primera vez en la pantalla.

 

4 DE JUNIO. 19:00h

L'enfant sauvage. François Truffaut, Francia, 1970, 85', VOES, DCP.

Volvemos a Truffaut. Tras la proyección hace un año de Les quatre cents coups (Los 400 golpes, 1959), recuperamos otro de sus clásicos, un título fundamental para definir nuestro ciclo de imaginarios de la juventud en la historia del cine. En este caso, Truffaut se inspira en un hecho real recogido por el médico y pedagogo Jean Itard en sus notas de trabajo de finales del siglo XVIII. “Esta es una historia real. Comienza en un bosque francés en el verano de 1789”, dice el primer rótulo de la película. La historia sitúa en esa fecha el momento en el que, en los bosques cercanos a Toulouse, encontraron a un niño salvaje que había vivido y crecido toda su vida en ese entorno natural y sin contacto con los humanos. El doctor, interpretado por el propio Truffaut, luchó para insertar al niño, bautizado como Víctor de Aveyron, en la sociedad francesa de comienzos del siglo XIX. La película enfrenta la idea de lo natural y de la libertad a conceptos como el de civilización y educación, siendo uno de los títulos clave de la historia del cine para debatir sobre la construcción de lo social. Pero más allá de posibles lecturas educativas y análisis sociológicos, estamos frente a una película de Truffaut, es importante remarcar esto. Puro cine emocionante.

 

11 DE JUNIO. 19:00h

Le Concours. Claire Simon, Francia 2016, 119', VOES DCP.

Hace un año programamos en este mismo ciclo una de las películas más conocidas de esta directora inglesa, Récreations (1992), su particular retrato de una hora de recreo de un colegio infantil de Francia. Pues bien, casi 25 años después, Claire Simon vuelve a la observación documental en un entorno educativo, pero esta vez centra su mirada en los exámenes de acceso a la escuela de cine parisina de la Fémis. Como si de una prueba por etapas se tratara, asistimos a las entrevistas, exámenes y presentaciones de trabajos de futuros alumnos y alumnas; y al mismo tiempo, a las charlas, discusiones, opiniones, dudas y certezas del profesorado y del equipo de selección. A un lado, todas las ilusiones y ansiedades de la juventud imaginando un futuro profesional y una vida posible. Al otro, el ideal de excelencia que rige esta prestigiosa escuela, que se resume bajo el amenazante lema de “Todos son iguales, pero sólo el mejor entra”. Y todas las preguntas que puede suscitar este tipo de enseñanza basada en lo vocacional y las pasiones: ¿Qué es el cine? ¿Es posible enseñar a hacer cine? ¿Quién decide quién entra y quién no? ¿Es este sistema justo? ¿Quién escribe el futuro de la juventud? Claire Denis, que ha sido profesora en esta escuela, responde en forma de película, que es la mejor manera en que una cineasta puede responder a todas estas cuestiones. El resultado, una vez más, un retrato detallista, sensorial y cinematográfico de un momento vital.

 

 

25 DE JUNIO. 18:00h

Kékszakállú, Gastón Solnicki, Argentina, 2016, 72’,  VOES, DCP

Adolescentes y jóvenes en el verano de Punta del Este, en las calles de Buenos Aires, atrapadas en el umbral de la edad adulta, en sus cuerpos, en sus miradas y actos, como si algo muy importante y fundamental para sus vidas estuviera a punto de suceder. Inspirada muy libremente en la ópera húngara de Béla Bartok El castillo de Barba Azul, la película recibió recibió el premio FIPRESCI de la crítica internacional y el Bistato D'oro de la crítica joven en el Festival de Venecia del año pasado.

Podríamos definir todo esto como una película de retratos: los encuadres y la fotografía son excelentes. También la luz. También el tono de misterio, pues de lo que se trata es de preguntarse y tratar de discernir qué está pasando por dentro, qué están sintiendo por dentro esos personajes. Hay un argumento que puede servirnos de primer apoyo: una historia de amor y desamor y una historia de búsqueda de trabajo y de futuro. Pero lo importante está precisamente en los márgenes de estas historias y tiene más que ver con la tragedia casi invisible que aporta la música de la ópera de Bartok, Una película hipnótica; sí, ligera y grave al mismo tiempo, retrato y ruptura de la clase alta argentina, casi un musical sin bailes ni canciones, de estilo austro-húngaro y elegante a más no poder. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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