Si hay algo bonito en que se junten estos dos grupos es que, para mí, son las dos caras del power pop (fuera pedantes que me saquen el glosario de géneros musicales para decir “mimimi piwir pip ni signifiqui isi”).
Por un lado, The Unfinished Sympathy, herederos del pop de canciones de Nada Surf, de estribillos infinitos de los que se corean a gritos.
Por el otro, Cala Vento, explorando los límites entre el “power” y el “hardcore”. Pop rompegargantas, rompeparches, rompecuerdas. Pop de romper corazones de una hostia. Hardcore pop. En fin, una comunión magnífica. De esas que no se repiten.
[Patrick Ortiz]