La música íntima y de profunda sensibilidad de Izaro conmueve irremediablemente a quien la escucha. Este segundo trabajo es más consciente que Om, su primer disco, en muchos sentidos: sabía que quería que sucediese, sabía con quién, cómo, qué dirección tomar y sabía para qué. Con este disco Izaro ha querido contar un (re)encuentro, un encuentro consigo misma, desde encontrarse perdida a la felicidad. Serenidad y perspectiva.
Entradas agotadas.