El guiño, la mueca, el grito y la locura siempre han sido antídotos poderosísimos en tiempos de crisis. Y aún más cuando se enfundan en un traje musical. No hay más que recordar aquella Alemania del Goodbye to Berlín o la Argentina de Piazzola o Goyeneche.
Si hay una actriz capaz de abarcar el amplísimo registro que va de lo cómico a lo trágico, y de ser al mismo tiempo una cantante poderosa y personal, esa es sin duda Gurutze Beitia. Vivimos un tiempo de Cambalache y Cabaret, es hora de contarlo y cantarlo desde el escenario.