La guerra siempre ha sido un negocio. Y Ana Fierling lo sabe. Por eso camina con sus dos hijos y su hija a través de la barbarie. Mientras sirven a distintos bandos y al mismo tiempo a ninguno, se desenlaza esta épica historia cuyo eje central es la crueldad de la supervivencia humana. El materialismo se impone a la tragedia, la guerra nos insensibiliza y los seres humanos seguimos sin aprender, cometiendo los mismos errores.
Hoy, la brutalidad es digerida a diario a través de la televisión con absoluta inmunidad. A esta “Madre Coraje” se le quedan lejos Suecia, Alemania y Polonia, por eso nos traslada a un espacio bélico atemporal que no necesita ser definido porque sus referentes son tristemente actualizados cada día.