LEKUZ LEKU 2021 | El rostro / Aurpegia

LEKUZ LEKU 2021 www.lekuzleku.com
Miércoles 23 de junio 19:00h
Lugar: La Fundición
Hora: 19:00h Entrada libre | uso obligatorio de mascarilla y aforo reducido
Investigación - danza - música (work in progress)

FORMA PÓVERA Cia. | Comunitat Valenciana – Euskadi
“El rostro / Aurpegia”
Bárbara Díaz | Matthieu Saglio | Eneko Lorente

El rostro/Aurpegia es una conferencia danzada, una composición de texto, imagen, música y danza, acerca del modo en que construimos el espacio ciudadano como un lugar de encuentro de identidades y alteridades, en palabras de Adriana Cavarero, de forma tensa e ineluctable, inevitable.

El rostro/Aurpegia parte de la idea de Emmanuel Lévinas para quien a la forma por la que se nos presenta el Otro la denominamos rostro. El rostro es lo expuesto y vulnerable del ser humano, y es precisamente por esa exposición por la que el rostro se presenta como un umbral frágil y movedizo entre lo propio y lo común, entre el individuo y la comunidad, la única ciudad posible, según Giorgio Agamben.

Siguiendo este itinerario conceptual, la coreógrafa Meg Stuart elabora una pieza videografía denominada The Only Possible City (2008) con la que explora a través del retrato las ambivalencias que se producen en los limites inestables y permanentemente redefinidos entre lo público y lo privado.
“Pienso en las imágenes como si fueran lugares de excavación”, afirma la coreógrafa, quien experimenta con sus propios retratos como si se tratara de un lienzo primigenio en el que han quedado inscritas las huellas de los más simples gestos cotidianos. El primer plano sirve como medio para movilizar el inconsciente y la memoria de nuestro comportamiento singular y colectivo, manufacturado y fracturado al mismo tiempo. Bailar es atravesarlo, enfrentarlo, afirma Stuart.

El proyecto El rostro/Aurpegia trata de indagar ese gesto cotidiano, singular y colectivo en el espacio urbano, allí? donde el movimiento del cuerpo ciudadano y del rostro expresan las formas características de sociabilidad, de encuentro y relación que producen un lugar, un espacio común incesantemente reconfigurado por las presencias del Otro. Un rostro, con todo, que en su apertura se nos presenta al mismo tiempo visible y oculto, inestable y fracturado.