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Arrakala II se convierte en la nueve sede okupada del sindicato AZET

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Tras el desalojo de Arrakala I, este nuevo espacio recuperado en la calle Somera será la sede para reactivar la lucha radical por la vivienda. Desde AZET llaman a participar en sus auzolanak, para tratar de poner freno a la clase propietaria que convierte nuestras ciudades vivas en postales inertes. Parafraseando a Brecht, “estar en contra de la especulación sin estar en contra de la propiedad privada, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”.

Esta semana ha empezado el proceso judicial contra ARRAKALA, espacio desalojado el pasado mayo. ARRAKALA fue un espacio imprescindible para responder a las necesidades materiales de cada vez más vecinas golpeadas por la miseria: sede política del Sindicato de Vivienda AZET, vivienda de emergencia para las compañeras desahuciadas y sede del Almacén Popular ASETU. Fueron unos pocos metros cuadrados ganados a la especulación, pero también se convirtió durante un tiempo en la casa y refugio de un proyecto político que busca combatir de raíz la propiedad privada.

En nuestros barrios, el problema de la vivienda no es algo nuevo que ha aparecido con la pandemia y la última crisis. Desde hace años están intentando convertir estas zonas en territorios estrella de la Bilbao-escaparate. Quieren convertir nuestros barrios en una bonita postal, en centros comerciales a cielo abierto donde la mercancía que se vende son nuestras calles, nuestras casas y nuestras propias vidas.

Y todo esto está íntimamente ligado al problema de la vivienda, porque la gentrificación y la turistificación tienen como su principal agente la especulación inmobiliaria. En este contexto, las subidas de los alquileres, los pisos vacíos, los hoteles o los pisos turísticos no son problemas aislados que aparecen por sorpresa. Son algo estructural, son parte de una estrategia de la clase propietaria.

Una estrategia que tiene como consecuencia que muchas de nuestras vecinas hayan tenido y tengan que abandonar nuestros barrios. El último ejemplo de estos desplazamientos forzosos lo hemos visto con el caso Erribera 9. En esta ocasión ha sido un gran especulador quien ha comprado el bloque, comenzando un procedimiento para echar a tres de las cinco familias que llevan viviendo décadas en dicho bloque. Las vecinas del bloque de Erribera 9 puede que sean las siguientes pero, seguramente, no las últimas.

Sabemos que vienen meses difíciles para las clases desposeídas: recortes en los servicios públicos, inflación disparada, encarecimiento de los productos de consumo, ERTES, despidos masivos, subida de la electricidad y de los suministros, como hemos visto en las protestas de las últimas semanas.

Y a todo esto hay que agregar la nueva burbuja inmobiliaria que está a punto de estallar, con el mercado inmobiliario mundial a punto de colapsar. Sabemos que en cuanto se acabe la moratoria de los desahucios decenas de miles de familias sequedarán sin hogar. El problema de la vivienda es estructural e imprescindible para el funcionamiento la especulación inmobiliaria y del capitalismo.

Es decir, no es una disfunción del mismo, sino un mecanismo de acumulación de capital, sobre todo en momentos de crisis. En este contexto, renovamos nuestra apuesta por reactivar una lucha radical por la vivienda. Porque la especulación no es más que un síntoma del verdadero problema: la propiedad privada.

Porque, parafraseando a Bertolt Brecht, “estar en contra de la especulación sin estar en contra de la propiedad privada, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo”. El pasado mayo ARRAKALA I fue desalojado, pero seguimos reivindicando la necesidad de una infraestructura que nos permita dar una respuesta cada vez más integral a las necesidades materiales de nuestras vecinas.

Por ello, aprovechamos esta manifestación para presentar ARRAKALA II, espacio recuperado en la calle Somera tras años vacío, donde, durante la manifestación, hemos desplegado la última pancarta y donde seguiremos llevando a cabo el trabajo del sindicato. Estáis todas invitadas a conocerlo y participar en los auzolanas, porque nuestras vidas están y estarán siempre por encimas de sus propiedades, GORA ARRAKALA! GORA OKUPAZIOA! GORA LANGILEON BORROKA!



De aquellos barros estos lodos: Historia de una especulación inmobiliaria

El 3 de enero de 1631, mediante una Real Orden se elevaba hasta un 44% el precio de la sal en el Señorío de Vizcaya, al tiempo que se ordenaba la requisa de toda la sal almacenada. ¿El motivo de esta medida? Pura y dura especulación. La Corona de los Austrias necesitaba mantener a su ejército en las guerras en las que se estaba embarcado en Europa.

Ante esta medida, los campesinos reaccionaron contra los representantes de la autoridad real, llegando incluso a asesinar al procurador de la Audiencia del Corregidor en octubre de 1632 o a impedir la reunión de las Juntas Generales de Vizcaya de 1633, reclamando que se revocasen todos los impuestos abusivos.

La Rebelión de la Sal, que duró más de tres años, fue definitivamente sofocada en la primavera de 1634. Como se conmemora en esta misma plaza, los principales líderes de la revuelta fueron detenidos y ejecutados. Sin embargo, y con el fin de aplacar los ánimos, finalmente el rey optó por suspender la orden original referente al precio de la sal.

La historia es tozuda, se retuerce y, aunque no se repite, nos deja valiosas lecciones. Por una parte, que la especulación es tan vieja como la propiedad privada. Pero por otra, que luchar y organizarse es el único camino posible para hacerle frente. Hoy en día se sigue especulando. Con la vivienda, con la luz, con nuestras propias vidas.

Además, en el caso concreto de Bilbao, también se especula con algo tan básico como los padrones, trampa burocrática de las instituciones. Para denunciar esta situación, vamos a dejar la palabra a las compañeras de Regularización Ya Bizkaia! que nos han acompañado en esta manifestación:(Intervención de Regularización YA Bizkaia)

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