Hace unas semanas, la gerencia de Ambigú, uno de nuestros garitos de referencia y disfrute, nos trasmitía su preocupación por la última propuesta del Ayuntamiento de Bilbao de declarar Zona Acústicamente Saturada tanto su manzana, como la manzana de Uribitarte donde están ubicadas dos discotecas. ¿Qué significa esto? Pues una normativa "especial" para ambas calles basada en la super vigilancia por parte de la Polícia Municipal para el cumplimiento de licencias en horarios para terraza y poder sacar bebidas a la calle (las 23 horas en todo Bilbao), junto a una norma de casi 30 años que hace referencia al uso de la televisión o, agárrense, el hilo musical como únicos equipos musicales. Ambas exigencias legales están ya en orden, pero no se hacen cumplir en ningún otro espacio, salvo en los situados en esta ZAS.
Hoy mismo, 3 de febrero, leemos que el Baobab, otro de los bares que más alegrías nos dan, tendrá que cerrar durante dos semanas por haber excedido su horario de cierre en 10 minutos un día y 14 minutos en otro. Aquí el ZAS hace que se vean "paralizados por la rigidez y desproporcionalidad de las respuestas municipales... Hace ya más de un año que dejamos de organizar vermús acústicos, comidas senegalesas... por todo este ambiente punitivo extremo. Una pena para los pequeños comercios que intentamos dar alternativas de ocio."
Bilbao ha tenido otra gran idea y ya hemos perdido la cuenta de las veces. Os dejamos aquí una noticia sobre este nuevo concepto del ZAS. Vamos, que el poteo de la zona centro molesta a los vecinos: la eterna pescadilla que se muerde la cola.
La felicidad va por barrios y la normativa está para saltársela cuando uno quiera. ¿Que viene una marca de bebida y pone a saltar a unos nadadores desde un puente? Adelante. ¿Que viene la Eurocopa y hay que montar un tinglado gigante? Adelante. ¿Que necesitamos tener bares abiertos en Agosto? Venga, hosteleros, no nos sean moñas.
Sabemos que es difícil eso de gestionar lo público, de hecho, si NOIZ estuviese al mando, la ciudad parecería Mad Max pero, claro, no es nuestra responsabilidad. Lo que sí sabemos es que se legisla a golpe de protesta y aún recordamos cuando el Casco Viejo de Bilbao pasó a ser un desierto para, años después, convertirse en una yincana de terrazas.
Tengan cuidado con los ZAS, que los carga el diablo del aburrimiento.