Sin duda una de las cancelaciones más dolorosas de esta pandemia fue la del Mojo Workin’. El festival decano de la escena soulera vasca se vio obligado a cancelar su undécima y, esperemos, que no última edición. Hemos hablado con Arkaitz Kortabitarte sobre el presente, pasado y futuro del festival. No olvides de echar un ojo a la campaña de apoyo al Mojo.
Mojo Workin’ es una iniciativa que nace de Gure Gauza, una asociación de amantes de la música. ¿Cuántas personas formáis el equipo y qué nivel de profesionalización tenéis?
Sí, una asociación cultural sin ánimo de lucro en torno a la música. El trabajo principal de la asociación de cara al festival lo realizan dos personas, luego hay un par de comités de organización y de temas sociales que añade otras cinco personas.
El nivel de profesionalización es bajo, tirando a cero. No somos profesionales, tenemos (o teníamos) otros trabajos al margen del festival y esto lo hacíamos por amor al arte, adelantando además gran parte del dinero necesario para poner algo así en marcha.
El festival estaba programado para el 13 y 14 de marzo. No fue hasta el día 14 cuando Gobierno Vasco decretó el estado de emergencia sanitaria y es entonces cuando os veis obligados a suspender. Seguramente, una situación difícil. ¿Cómo fue esta decisión? ¿Estaban ya todos los artistas en Donosti?
En realidad el festival ya había comenzado el jueves, con la proyección de un documental sobre Mavis Staples en el cine Trueba y con los ensayos abiertos a colectivos de gente desfavorecida en la sala Kluba de Kutxa. Al día siguiente, viernes, es cuando Donostiakultura nos informa de que nuestro festival se tiene que cancelar porque se van a cerrar todos los recintos públicos de la ciudad. Unas horas antes del primer concierto en Gazteszena. Todos los artistas americanos estaban ya en Donostia desde el martes, ensayando con nuestra banda. Cuando recibimos la noticia, montamos rápidamente un mini-concierto el viernes al mediodía para dejar constancia del trabajo que se había realizado durante todo el año entre organización, artista y músicos de la banda.
La intención es ofrecerlo en streaming a toda la gente que nos está apoyando con el crowdfunding.
Suponemos que habrá daño económico. ¿Cómo está este tema? ¿Habéis tenido alguna respuesta institucional? ¿Las agencias de los grupos y proveedores como han respondido? (Podéis no hablar de ello si no os apetece o no os conviene).
El tema está en una deuda de unos 50.000 euros, pero es que además hay mucha gente que no ha cobrado que probablemente habría que añadir al montante total de daños económicos. Me refiero a gente de producción, a los grupos que abrían las noches, Guadalupe Plata y Magnetophones, la banda del festival, técnicos de sonido, etc. La única respuesta institucional a día de hoy es que hay intención de ayudar, pero siguen sin explicarnos cómo, cuándo y con qué medios.
La respuesta de agencias y proveedores ha sido de frustración, rabia, impotencia, pero total comprensión con nuestra situación. Es más, ha surgido de varios de ellos la posibilidad de hacer un evento en el futuro para recaudar fondos para rebajar lo que se pueda la deuda del festival.
En la rueda de prensa decíais que “al 99,9%” era la última edición de Mojo. Tras 10 años siendo referentes en el soul en EH y un undécimo truncado de esta manera, ¿habéis pensado en una edición reducida o alternativa en 2020?
En 2020 no sabemos ni cómo va a estar el mundo. Cuando dijimos que era al 99,9% la última edición no fue porque el festival fuera mal, ni muchísimo menos. Habíamos vendido ya todo el aforo para el sábado y el viernes iba bastante bien a pesar de todo lo que estaba ocurriendo. Pero la incertidumbre de vernos en un marrón como el que al final sucedió en el último segundo nos llevó al límite.
Somos aficionados a la música que estábamos dispuestos a entregar nuestro tiempo y a veces, incluso, algo de nuestro dinero para sacar algo como el Mojo adelante. Vernos en una situación de cero ingresos con todo el gasto en marcha, era algo que jamás se había pasado por nuestra imaginación.
Ideas de salvación del sector que hayas tenido durante estas semanas de confinamiento. Análisis o punto de vista de esta “distopía cultural”.
Bueno, nosotros vamos adelante con los streamings. Estamos emitiendo de manera gratuita conciertos pasados del festival durante estos días de confinamiento. También estamos viendo la mejor plataforma para ofrecer el mini-concierto que hemos podido grabar este año con Spyder Turner, Carolyn Crawford, Ruby Andrews y Chris Clark.
Pero más allá de todo esto, el futuro del sector lo vislumbramos con auténtico terror. A ver quién es el valiente que se atreve ahora a montar cosas como el Mojo Workin’, sabiendo que si pasa una de estas estás arruinando tu propia vida.
Haciendo un “mejores momentos” de la historia de Mojo Workin´, dadnos alguna recomendación sanadora en base a momentos épicos del festival para estos días de encierro.
Bueno, repito el tema del streaming en nuestro facebook, gracias al cual hemos revivido entre amigos momentos tan emotivos como los conciertos de Billy Prince, Thelma Jones o las Vandellas. Hoy vamos a poder ver el concierto de Lazy Lester, con dos amigos que encima ya no están con nosotros; el propio Lester y Paco Rufus. Se les echa muchísimo de menos.
Por otra parte, creemos que toda esta locura ha merecido la pena. A nivel personal conocer a todos estos nombres de leyenda ha sido un auténtico privilegio... y creo que la gran mayoría de nuestro público se siente tremendamente agradecido de que hayamos traído a Donostia una pequeña porción de la Historia de la música afroamericana año tras año.
Pedid un deseo.
Si es por pedir deseos, yo pediría el Delorean de Regreso al Futuro e intentaría parar toda esta locura antes de que empezara.
Siendo más realista, que salgamos todos adelante lo mejor que podamos y que si cosas como el Mojo Workin’ tienen que parar en este punto, al menos seamos capaces de recordar con cariño todos los buenos momentos que hemos vivido en ediciones anteriores.