Si definir es limitar (que decía el poeta dandy), la tarea de demarcación de Hibernando Estudio es ilimitada. El colectivo creativo arraigado en Bilbo lleva en acción desde el 2012, tiempo en que han engrosado un álbum a rebosar de proyectos audiovisuales, de diseño, de muralismo, de serigrafía, etc.
Con un espíritu callejero que nos fascina, la tribu creadora entiende y practica el espacio público como escenario de creación, llevando a cabo sus procesos creativos en estrecho vínculo con la urbe y con la gente. Y para muestra una portada, la de esta NOIZ Ekaina que estás leyendo.
No sois un estudio de diseño pero haceis identidades gráficas, no sois artistas de calle pero hacéis graffitis, no sois un local pero hacéis convocatorias. ¿Qué sois?
Inquietos, esa sería la mejor forma de definirnos. Ambos estamos formados en bellas artes y especializados en diversas ramas, y todas las propuestas que nos han hecho las hemos echado para adelante. Desde que empezamos a trabajar juntos ha sido una búsqueda incansable de experimentar y conocer cosas nuevas, aunque últimamente nos estemos centrando más en la serigrafía que da una cierta estabilidad económica. Sin embargo, si por nosotros fuera, continuaríamos buscando nuevas formas de expresión. Intentamos no encasillarnos, no estancarnos, tenemos una necesidad de evolución constante.
Es cierto que a nivel empresarial es un poco confuso, ya que es difícil situarnos, pero esa misma capacidad de adaptarnos a los distintos tipos de proyectos nos hace sentirnos muy satisfechos con todo lo que hacemos y nos hace estar en contacto con todo tipo de gente. Estamos super agradecidos a todas las personas, asociaciones o colectivos que han querido contar con nosotros.
Habéis hecho florecer la fachada de una tienda en San Francisco, rellenando las grietas y otros desperfectos con una explosión de colores neón. ¿De dónde nace esta idea y cómo ha sido el proceso?
Tenemos nuestro espacio de trabajo en calle Cortes, desde donde realizamos la mayor parte de nuestros proyectos y poco a poco vamos creando un vínculo con el barrio. Así hemos realizado unas cuantas intervenciones por la zona. Un día nos llamaron para darle un cambio a la fachada de la tienda y después de darle unas vueltas llegamos a esa propuesta. La verdad que lo teníamos tan claro que una vez se nos ocurrió fue bastante rápido de ejecutar.
Resulta muy interesante que no quisierais ocultar las grietas sino resaltarlas. ¿Podría ser una metáfora de la importancia de la conservación de la memoria?
Por una parte sí, aunque no era el punto principal. Hay una tendencia cuando se quiere “mejorar” algo a hacer borrón y cuenta nueva y en este caso se nos dio la posibilidad de poder trabajar con las propias texturas que se habían generado con el paso del tiempo. La premisa del encargo era que no queríamos hacer desaparecer una situación actual bajo una capa de pintura sino evidenciarla, no es casual el hecho de escoger esa gama tan fluorescente para realizar la obra.
Siguiendo en este plano de abstracción, ¿qué es para Hibernando la calle?
Para nosotros es como un ente vivo, algo en movimiento donde confluye todo, la gente, la cultura, y nos gusta ese diálogo. Cuando uno hace trabajo de galería hay como un intermediario, en la calle ese intermediario no existe, te encuentras con un diálogo a pelo. Y eso es entretenido, con sus pros y sus contras.
Sin embargo nos parece la mejor forma de sentir que somos parte de una trama, de un barrio, de una sociedad, en definitiva. Cuando uno está en la calle ese diálogo no te deja indiferente, uno no va y cuenta su rollo y ahí se queda. No podemos evitar ser permeables y que todo eso cambie la obra, a nosotros mismo, de hecho.
Siendo un colectivo creativo con una carrera dilatada, se presuponen mutaciones en vuestra comunidad a lo largo del tiempo. Aún así, ¿quién está detrás de Hibernando? ¿Se puede colaborar o entrar a formar parte del proyecto?
Estamos solamente dos personas esencialmente, Sol Benavente y Pablo Escauriaza, sin embargo desde el inicio siempre hemos colaborado con gente, desde Hibernando hemos motivado todo tipo de iniciativas y en momentos el equipo de trabajo ha sido mayor, pero el proyecto somos básicamente solo nosotros.
Como decíamos antes estamos abiertos a todo tipo de colaboraciones, una de las razones que nos llevó a crear el equipo de trabajo es que nos dimos cuenta de que dos personas pueden más que una, y por esa regla de tres siempre nos hemos juntado con otros colectivos para poder abarcar proyectos mayores.
El 7M de 2020 realizasteis un impactante homenaje a las víctimas de violencia machista. Para ello, reunisteis a distintas personas artistas que elaboraron un retrato por cada mujer asesinada en 2019. ¿Cómo fue la experiencia de esta noche previa a la marea morada? ¿Qué artistas y agentes impulsaron esta causa?
Lo impulsamos nosotros, convocamos a todos nuestros conocidos y a todo el que quisiera participar a realizar la intervención, aunque después la pegada de carteles la realizamos con un grupo reducido. Estuvo muy guay la respuesta, ya que al final participaron casi 30 artistas, cada cual con su estilo, aportando al proyecto.
Queriamos hacer un memorial para estar presentes, no solo en la parte festiva de ese día sino hacer también un recordatorio de todas esas mujeres que no estaban.
Para terminar y como siempre, un deseo.
Como deseo solo nos queda pedir seguir trabajando así, realizando nuevos proyectos, colaborando con distintos colectivos y expandiendo nuestra mirada artística.