(…) Entendí entonces que había dado con las dos palabras mágicas: barullo y risa. Había encontrado el tema de la exposición. (Léase esta última frase mientras se escucha alguna ópera de Wagner a todo volumen).
(…) Revisé a continuación aquellos trabajos que había realizado en los últimos tiempos y traté de seleccionar aquellos que, en mi opinión, se aproximaban de una manera más clara a esas dos palabras. Y di con varios.
Después traté de pensar algunos nuevos proyectos que navegaran por estas intenciones y creo haber encontrado algunos. Y sigo en ello.
Así explica Iñigo Royo el proyecto que presenta en las salas de Artium y en el exterior del Museo.
Disponible hasta el 16 de octubre.