Una performance, una conversación bailada en la que el catalán Roberto Oliván y el sudafricano Gregory Maqoma apuestan por seguir su intuición, esa voz interior que ha estado presente durante generaciones y que en muchas culturas ha conducido los aspectos más trascendentales de la Humanidad mediante ceremonias y rituales de tránsito. Escuchar esta voz implica dar vía libre a las emociones, los pensamientos y los juicios internos que todos llevamos dentro.
Ambos exhiben un profundo sentimiento de soledad a través de un versátil baile, soledad que únicamente encuentra consuelo en la mutua compañía y que transita por los atractivos pasajes sonoros que el compositor belga Laurent Delforge interpreta en directo.