¿Cómo empezar a bailar cuando ya has aprendido los códigos del movimiento? ¿Cómo unir y combinar esos códigos para expresar de alguna forma lo que somos, lo que nos sucede ahora mismo? ¿Qué tienen esos códigos de quienes nos precedieron y qué dicen de nosotros hoy? Se lo pregunta Jesús Rubio Gamo, el autor de una investigación coreográfica sobre lo más básico y esencial, una pieza que busca la grandeza en las cosas más pequeñas y que apuesta por el movimiento continuo y la repetición hipnótica, utilizando como instrumentos los cuerpos de los intérpretes. Son cuerpos al límite, llevados hasta esa frontera en la que se vuelven más dúctiles, más conectados, más receptivos.