Guillem Albà se ha convertido en un maestro de la magia teatral. No magia de la de conejos y chisteras, sino de la que, sin saber porqué, te atrapa y te hace volar. Albà reduce su cosmos creativo a la esencia de su arte y nos propone un espectáculo en el que las manos, la parte del cuerpo que nos conecta con la comunidad y nos devuelve a lo tangible, son el punto de partida. En un formato íntimo, Ma solitud nos da la mano por un recorrido que va de la comedia a la poética a través de los títeres, la comicidad y de una vibrante experiencia colectiva de proximidad.