La mitad de la Noiz forma parte de este recomendable documental, en el que se pone el foco en una de las aristas de nuestra historia silenciada. El esperpéntico valle de cuelgamuros es la fosa común más grande del estado español. En ella continúan enterrados los restos de personas asesinadas por los fascistas, a pesar de que sus familiares llevan más de una década reclamando sacarlos de ahí. Porque estamos lejos de la justicia, reparación y por tanto garantías de no repetición necesarias para hacer un ejercicio de memoria histórica; no te pierdas este docu, dentro de la siempre necesaria programación semana en memoria del bombardeo de Gernika. Que suenen las alarmas, pero que esta vez sean las nuestras, avisando de que el miedo va a cambiar de bando.
El documental “Valle de los Caídos: la memoria enterrada” presenta material de archivo histórico junto a entrevistas a personas expertas en distintas áreas como el antropólogo forense Francisco Etxeberria, el periodista Fernado González “Gonzo”, el técnico de Memoria Histórica en el Instituto Gogora Roberto Palacios, la investigadora y doctora del grupo BIOMICs Miriam Baeta y el antropólogo social Francisco Ferrándiz.
Estas enriquecedoras aportaciones se entrelazan con los emotivos testimonios de distintas personas que buscan recuperar los restos de sus familiares, algunas de ellas pioneras en la lucha por la memoria histórica como son Fausto Canales, Miguel Capapé o Purificación Lapeña. Son muchos años de espera, de palos en la rueda. De desamparo por parte de las instituciones, como demuestra la Casa de la Memoria de Zaragoza.
Desde un caso excepcional de resignificación y de ejercicio de memoria histórica como es el Fossar de la Pedrera de Montjuic donde entrevistamos a Gonzo, nos trasladamos al corazón del franquismo. Visitamos el Valle de los Caídos con Francisco Ferrándiz, Asesor de la Secretaría del Estado y responsable último de su resignificación, acompañado por el grupo de investigación europeo Contested Histories.
Todas estas secuencias tienen como vertebración las ilustraciones de Elisabeth Pérez, reconocida ilustradora y editora que ha trabajado con anterioridad en proyectos relacionados con testimonios y memoria. Elisabeth trabajó con las y los supervivientes del bombardeo de Gernika y, también, con el Museo de Bellas Artes de Bilbao, a través de los testimonios de diferentes artistas plásticos. Las entrevistas a familiares se realizan con un fondo negro, apenas iluminado por un par de puntos de luz. También veremos a Elisabeth sentada frente a una mesa de épocas pasadas, sobre la que irá dibujando mientras escuchamos diferentes voces narrar la historia, atrapada en un espacio enorme y oscuro. Al final del documental, en ese oscuro lugar del olvido, junto a Elisabeth irán apareciendo familiares que portan en sus manos una pequeña luz redonda. Cada vez aparecerán más familiares, de diversa edad y condición, que irán juntando sus luces, iluminando un espacio oscuro cada vez menos tenebroso. El olvido desaparece, la búsqueda y la memoria, iluminan.