Aunque el Festival Internacional de las Letras de Bilbao de este año ha finalizado, sus tallos se han extendido a la NOIZ Agenda de abril y han empezado a florecer, inundado todo de color. Durante la edición Gutun Zuria 2024, la familia NOIZ ha recorrido el edificio de AZ jadeante, Berba dariola, corriendo de un coloquio a otro y bailando entre columnas, pero con una prisa común en nuestra sociedad, diametralmente opuesta a las maneras de hacer literatura.
Por eso, ahora, con calma y buenas letras, nos hemos tomado tiempo para entrevistar a la escritora M. A. Meabe y a la artista plástica Sonia Rueda, con motivo del espectáculo Fabula Antifabulak que han presentado en el festival, y también hemos preparado un pequeño reportaje para no olvidar lo vivido en Gutun Zuria y despertar las ganas para el próximo año. Dadle cariño en este enlace.
Sonia Rueda ha trabajado en el campo de la pintura, los medios electrográficos, las imágenes tratadas por ordenador y la fotografía. Lo oculto, cómo nos proyectamos, la apariencia, lo verdadero y lo equívoco, la representación fragmentaria del ser humano o la mirada femenina; son algunos de los temas más recurrentes en su obra. Recientemente ha publicado Hitz politak, convirtiendo en libro el cuaderno en el que durante años ha ido recopilando términos del euskera dotados de sensibilidad y poesía, acompañándolos de imágenes evocadoras, que muestran la riqueza del lenguaje visual y escrito de la lengua vasca.
¿Cómo ha sido la experiencia de este Gutun Zuria 2024? ¿Es tu primera vez aquí?
Si, es la primera vez que participo en Gutun Zuria como “protagonista”. Voy a empezar esta entrevista confesando que yo no sé leer. Desde pequeña me pierdo en los argumentos, las ideas. Las palabras de los libros que me atrapan se convierten en imágenes y me pongo a dibujar, a subrayar, a colorear, a volar y crear escenas. No cojo nunca libros prestados, ni leo en las bibliotecas. Compro los libros, porque los pinto, los subrayo, los coloreo y los machaco y voy creando historias paralelas a las que me propone el aut@r. Así que nunca pensé que podría participar aquí de esta manera y estoy muy, muy contenta.
¿Habías estado antes como público? ¿Recuerdas alguna charla u otro evento?
He asistido algunas veces como público. Recuerdo haber aprendido, sentido, llorado a veces. Las personas que escriben, dicen cosas que yo no puedo expresar con palabras, y eso disuelve mi ansiedad, por un lado, y genera imágenes, por otro. Ellas ponen nombre a lo que tú no sabes describir, es una especie de bautismo.
¿Cómo ha sido la experiencia Fabula Antifabulak? M. A. Meabe y tú habéis formado un precioso equipo, acompañadas por el músico Inun. ¿Cómo se relacionan las letras, las imágenes y la música en este precioso espectáculo?
Yo había publicado la segunda edición de mi libro hitz politak, en la que Miren Agur Meabe había participado con su Fabula arrunta. Cuando ella me ofreció después, a través del programa MusEkintza, la posibilidad de mezclar mis imágenes con sus fábulas, tuve la sensación de que mi forma de leer era posible, de que las cosas encajaban, de que iba a producirse la magia.
La participación del público y la colaboración con creadores que se mueven en otras disciplinas, son una constante en mi trabajo artístico. La mezcla del mundo de la literatura, la música y las artes plásticas, en esta ocasión de la mano de Miren Agur e Inun, ha sido apasionante en el caso de Fabula Antifabulak. Tras leer las siete fábulas en las que se basaría la acción, pensé construir un discurso en el que a cada fábula le correspondiera un color.
El espectáculo comienza con un saludo. Miren Agur lleva color magenta en sus manos, yo color cyan. Tras un pausado y sentido apretón de manos, comienza a aparecer el color morado, que va apareciendo también en la pantalla. Inun, toca, improvisa poniendo sonido y emoción a nuestros gestos.
La primera fábula SASIFABULA edo Apirileko harria se inicia con el color morado, el que corresponde a la infancia de Miren Agur, como ella misma describe cuando relata cómo su amabitxi, le regala un anillo con una amatista poco antes de morir. Ella dice “Ordudanik amatistaren kolorea nire umezaroaren tonua bihurtu zen.” (“Desde entonces, el color de la amatista, se convirtió en el tono de mi niñez”). Organizamos juntas las fábulas de tal forma que esta, que hablaba de la niñez, fuera la primera.
Los colores y tonos, un gris neutro, un amarillo rabioso, un negro opaco… se suceden en el resto de las fábulas, en función de las sensaciones y escenas que transmiten y describen: fuerza, debilidad, calma, furia, alegría, tristeza, esperanza… en relación con el lenguaje de los colores. Para acabar en un rojo pasión por la vida, por la mirada futura, las esperanzas, la calidez, la energía… un rojo “ganas”.
Las imágenes que van sumergiéndose en cada color, responden igualmente a sensaciones provocadas o descritas en los textos. A veces, son obras ya existentes, como la serie Tratamiento 8 días o Creadora de plata entre cenizas, que tiene una bonita historia detrás. Otras imágenes han sido creadas exprofeso, como los huesos de la ballena o la boca del marrajo, que me encantan, para la fábula FABULA METONIMIKOA edo Askatasunaren piztiarioa.
El espectáculo termina con el vídeo hitz berriak ikasteko ordua / Hora de aprender palabras bonitas, creado para mi última exposición en la Biblioteca de la Diputación Foral de Bizkaia y parte del trabajo que realizamos juntas para el libro hitz politak. Un vídeo, que al igual que la fábula, habla de dolor y tránsito, pero también de nuevos horizontes y miradas futuras. De ese pájaro que lleva un lazo rojo en el pico y que tiñe la pantalla de ese rojo “ganas” por la vida.
Ha sido imprescindible para poner en escena todas estas ideas e imágenes, el trabajo de Tracken Studio, quienes han resuelto de manera extraordinaria todas las cuestiones técnicas, exceptuando el vídeo que acompaña la última fábula y cierra el espectáculo, cuya edición corresponde a Raúl Rey.
No conocía a Inun, me encanta su música, me encanta como canta los textos de Miren Agur. Lo que más me ha gustado de trabajar con él, es cómo improvisa sonidos que reflejan o destacan sensaciones, momentos o… cómo pone sonido a nuestras diferentes pieles.
¿Una fábula sin moraleja puede tener más enseñanzas que una fábula al uso? Parece más valioso enseñar a pensar al ser humano que enseñarle qué pensar..
Pues es mucho más valioso enseñar a pescar que dar peces. ¿No es así? En mi opinión el arte, es una herramienta de conocimiento y para ello es imprescindible preguntarse y escuchar y también dudar. Y generar duda. Es por lo tanto mucho más valioso, en mi opinión, ofrecer pautas para hacer pensar que dar órdenes, o consejos o…
¿Para qué sirven los festivales de letras como GZ? En la sociedad de las imágenes y el espectáculo, la letra parece haber quedado a un segundo o tercer lugar. Aunque, afortunadamente, en los bordes quedan trincheras como ésta.
Nola gorde errautsa kolkoan de Miren Agur Meabe o La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero, fueron tablas de salvación para mí. Como ya he comentado, ellas decían cosas que yo no podía expresar con palabras. Me ponían a vivir cada día, esperando que llegara la noche, ese momento en el que iba a poder expresar más cosas. A medida que iba llegando al final del libro, iba leyendo más despacio y menos tiempo, no quería que se acabara. Se puede decir que ellas me mantuvieron viva un tiempo y desde luego fueron mis “logopedas”, sin saberlo.
Cosas como esta, han pasado (a mí) en el contexto de Gutun Zuria. Para una persona como yo, que lee raro, un festival que da a conocer la literatura contemporánea y hace una selección cada año y genera un debate entre ell@s, y acerca a sus autor@s hasta el punto en que puedes llegar a tocarl@s, es una suerte.
¿Por qué creas?
Creo para aprender. Es mi herramienta para adquirir conocimientos, expresar sentimientos, ideas, crear opinión, posicionamiento, tratar de mejorar lo que me rodea…
No sé hacer nada más.
Cocino como creo, doy clases como creo, me ato las zapatillas como creo.
Es mi manera de vivir.
¿Referentes, artistas que te han marcado, lecturas, temas, estilos, etc.?
No puedo enumerar en este espacio referentes sin apuntar las razones. Son muchísimos. Por ceñirme a la actualidad, diré que Miren Agur es una de esas personas que me enseña palabras para poder expresarme, como quien enseña a hablar a un niño. Y me permite ahora poner esas imágenes que yo iba dibujando en los bordes de los libros, al lado de sus palabras e ideas, y compartirlas con el público de manera directa.
Magia potagia.
¿Qué opinión te merece la frase de G. Celaya: "el arte es un arma cargada de futuro"?
En mi opinión, todo es política. El problema está en CÓMO nos relacionamos y en cómo repartimos los recursos y utilizamos el poder.
Claro, el arte, es política.
El arte en el que yo creo y que trato de construir, es un arte que plantea dudas y hace pensar, un arte que se posiciona y actúa en lo social desde una voz crítica, libre, participativa y sensibilizadora. Un arte que aspire a ser “un arma cargada de futuro”.
¿Cómo describirías tu(s) método(s) de creación? ¿Variables o fijos?
Mi método de trabajo parte siempre de una idea. En función de esa idea, utilizo una disciplina u otra; fotografía, pintura, dibujo, audiovisual, instalación… En función de esa idea, busco también unos colaboradores u otros, que me ofrecen valioso material, siempre nuevo para mí, que proviene de esas disciplinas. Y por último, escucho al espacio donde va a ubicarse o desarrollarse el proyecto, para ir materializándolo.
¿Cuál crees que es el futuro del arte en EH? ¿Cuáles son los retos?
Pues en vista del presente, no soy optimista con el futuro, pero habrá que seguir intentándolo. Por poner un ejemplo muy representativo, el gran Javier Pérez (Bilbao, 1968), representó a España en la Bienal de Venecia en 2001. Han pasado 23 años y sigue sin haber una escultura pública suya en Bilbao. Podríamos empezar dando al arte lo que es del arte. Los gestores deben ser agentes culturales, NO y NUNCA políticos, podríamos empezar por aquí.
Para terminar y como siempre en NOIZ Agenda: pide un deseo (relacionado con la literatura esta vez).
Que Miren Agur Meabe continúe escribiendo.