Inmaterial celebrará su cuarta edición entre el 16 y el 18 de mayo, esta vez, bajo el nombre de Living The Uncanny que se podría traducir como habitar lo incómodo o lo insólito. Son precisamente éstas, la incomodidad y la extrañeza, las que conviven a diario con la experimentación en el mundo digital.
Desde la organización creen que ambas forman una simbiosis única que permite explorar nuevos continentes artísticos y nuevos usos, ya sean dentro del plano social, político o estético. A través de una programación compuesta por conversaciones, presentaciones, charlas, podcasts o conciertos, "el objetivo del festival es involucrar a las diversas comunidades de referencia para crear un espacio de experimentación artística y práctica cultural en los territorios digitales", aseguran. En esta edición la programación se complementará con sesiones experimentales de música electrónica y audiovisuales en el Dabadaba, además de todas las actividades que se desarrollarán en Tabakalera.
Dentro de las ponencias destacan la de Fricciones digitales. En busca del Valle inquietante con Laura Tabarés y Julieta Wibel en la que analizarán la tensión que nace en y desde las interacciones digitales, enfocándose en el concepto del bug (fallo digital) como medio para contextualizar lo incómodo, lo uncanny. La cantante María Arnal dará un conferencia performativa en la que examinará sus proyectos más experiementales centrando su atención en la voz humano como medio de creación e investigación. Asimismo, Lorena García, cineasta, programadora y parte del colectivo Amixr, y Janire Goikoetxea, mediadora cultural y curadora de proyectos sobre arte y tecnología, nos hablarán de la representación humano-máquina en las imágenes en movimiento.
A esto se suman las sesiones de música experimental en Dabadaba con nombres como Meritxell de Soto, Nusar3000, Chuquimamami-Condori, Ken Takada, Estafa Piramidal y IbonRG.
Living The Uncanny, nombre de esta cuarta edición, hace refeencia a la teoría del Valle Inquietante de Masahiro Mori. Según su hipótesis aquellas réplicas antropomórficas que se acerca demasiado a la apariencia humana real, incluyendo sus comportamientos, causan una sensación de repulsa e incomodidad en quien las observa. "Este momento puede extrapolarse también a las nuevas estéticas derivadas de los usos de la IA, donde por algún motivo el observante percibe algo incómodo en las creaciones visuales, al tiempo que su proliferación termina por componer un nuevo paisaje y momento estético que se instala en el imaginario colectivo y que nos propone, quizás, abrazar la belleza del error".
Más información en la web de Tabakalera y del Dabadaba